Un espía en el salón
Al llegar a casa, encendemos el televisor y hacemos zapping hasta detenernos en una serie o contenido de interés; llega la hora de la cena y apagamos el televisor sin que seamos realmente conscientes de qué está sucediendo en segundo plano. El televisor ha seguido todos los pasos, ha registrado qué canales se han seleccionado y por cuánto tiempo (incluso las plataformas en streaming), aderezando toda esta información con datos sociológicos personales. ¿Dónde va a parar todo este registro? Posiblemente a manos de empresas que comercializan esta información, que vale oro, a los anunciantes.