Si la tecnología es capaz de medir, repartir y optimizar el trabajo, ¿quién necesita un jefe?

By Jaime García Cantero

Una pulsera controla el tiempo que un operario en un almacén de Amazon tarda en localizar un paquete y alerta si es más de lo esperado. Un algoritmo decide las subidas de sueldo en Google. Departamentos de atención al cliente analizan la voz del teleoperador para conocer su estado de ánimo: venden más los comerciales felices. Sensores, girómetros, tarjetas de identificación, cámaras, apps corporativas o herramientas que monitorizan nuestros ordenadores y móviles han convertido el trabajo en el epicentro de eso que Shoshana Zuboff llama el “capitalismo de vigilancia”.

Seguir leyendo.

De: https://elpais.com/retina/2020/08/15/innovacion/1597514019_618132.html#?ref=rss&format=simple&link=link

      

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *