Veinticuatro horas en un pequeño hogar solar
By Carlos Risco
Ahí afuera hay un sol de barra libre. Cada mañana, mientras preparamos un café quemando algún combustible fósil, una fuente de energía inagotable y gratuita nos saluda. Todo el mundo conoce el poder del sol pero pocos, muy pocos, disfrutan de su generosidad infinita transformada en electricidad o agua caliente. Precisamente ahora, en un entorno de emergencia climática, el sol ya no es una opción limpia amigable para conciencias de terciopelo y hippies buenrollistas. Se antoja la gran respuesta.