Los primeros pobladores del mundo digital
By Antonio Rodríguez de las Heras
Ante la atracción absorbente de la ciudad, ante la formación de megalópolis descomunales, nos preguntamos si habría otra forma de habitar el espacio que no fuera la aglomeración desmedida. De igual modo que la lignina posibilita los desarrollos en altura del mundo vegetal hasta crear grandes bosques, los materiales y estructuras resistentes han hecho posible que los humanos separemos los pies del suelo y vivamos unos encima de otros en pequeñas celdas. Con la civilización hemos vuelto, si no al bosque y a la ramas, sí a vivir despegados del suelo por el que echamos a andar y con el que comenzamos a desbrozar nuestro camino evolutivo.