¿Puede la realidad virtual lograr que vayamos más al gimnasio?
Situado en la arteria central de San Francisco, en plena calle Market, frente a las sedes de Uber y Twitter, se encuentra el primer gimnasio donde casi lo único que no es virtual es el sudor. Se llama BlackBox VR y acaba de estrenar unas instalaciones que desafían el concepto tradicional de lo que debería ser un gimnasio. Aquí hay 14 cabinas con un equipo completo de realidad virtual, cuyo casco cuelga de un cable enganchado del techo y una polea, para facilitar el movimiento del usuario.