Los coches solares no terminan de encontrar su sitio
En los despachos donde se imagina el futuro apenas se habla del asunto, como si no se confiase en ello, como si no hubiera demasiadas esperanzas. Resulta extraño, porque se asume como natural ilusionarse con algo perfecto: un coche limpio, sostenible, alimentado por una fuente de energía inagotable. Un automóvil que solventa, sobre el papel, muchas de las incertidumbres que revolotean alrededor de la automoción desde hace unos años. Sin embargo, por algo será, en torno al coche solar existen muchas más dudas que proyectos firmes.