La realidad aumentada y los asistentes de voz transformarán nuestro entorno
By Antonio Rodríguez de las Heras
Para ver había que ir. Para oír había que acercarse a quien hablaba o a cualquier otra fuente de sonido. Así que después de toda nuestra existencia salvando con esfuerzo distancias para que nuestros ojos y nuestros oídos alcanzaran paisajes, sucesos, rostros, discursos, música… unos ingenios técnicos recientes, muy recientes para nuestra andadura como humanos, nos aproximaron sonidos e imágenes. Tan próximos que muchos podían convivir con nosotros en el hogar o muy cerca (gramófono, teléfono, cinematógrafo, radio, televisión…). Objetos muy apreciados a los que les dimos lugar en nuestro entorno. Los sonidos y las imágenes se nos aproximaron de una manera asombrosa: bastaban unos pasos para oír y ver aquello que de no ser por estos artefactos quedaría perdido para ojos y oídos en la lejanía. Unos mágicos puentes que nos acercaban al mundo, que así se ofrecía inagotable.