Cómo regular el imperio de los datos
Estados Unidos innova y Europa regula. Ese esquema, presentado en forma de disyuntiva, resume la actitud que han adoptado los dos grandes bloques mundiales ante la revolución tecnológica. Los gigantes de Internet (Google, Facebook y otras firmas estadounidenses cuyo principal negocio consiste en explotar datos) se han hecho indispensables para los ciudadanos explorando terrenos desconocidos. Frente a la laxitud de Washington, la Unión Europea intenta acotar algunos excesos, con resultados desiguales. La diferencia de criterios amenaza con acentuar la discordia política entre Bruselas y Washington, especialmente con Donald Trump al frente de la Casa Blanca.