Nuestras identidades digitales viven en rebaños
Cada día, nuestra identidad virtual se hace un poco más gregaria. Obviamente, en las redes sociales tenemos la libertad de elegir a nuestros contactos, los medios a los que seguimos y los temas que nos interesan, pero no es menos cierto que esta selección acaba derivando en una especie de endogamia que además es acentuada por los algoritmos mediante los que Facebook, Twitter, Instagram o Spotify nos recomiendan contenidos personalizados según nuestro comportamiento, nuestras preferencias y las acciones de amigos y conocidos.